Cuando crees que tu mayor deseo nunca podría hacerse realidad porque tu trasero es demasiado grande, tu confianza demasiado baja e incluso los contorsionistas más flexibles del mundo no pudieron lograr tu fantasía sucia, debes tener cuidado con lo que deseas, especialmente cuando el mismísimo Diablo escucha tus órdenes.
Publicar un comentario
Publicar un comentario